En qué creemos...
En Comunife Jamundí creemos en...
1. La Trinidad
Creemos que hay un solo Dios, quien existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo nunca son idénticos en cuanto a persona, ni confundidos en cuanto a relación ni en cuanto a Deidad, ni divididos, ni opuestos en cuanto a la colaboración.
PADRE
Creemos que Dios el Padre es eterno, omnisciente, omnipotente. Dios es absolutamente santo, recto y justo. Su amor y misericordia fueron manifestados en la muerte expiatoria de Su único Hijo Jesucristo en el Calvario.
HIJO
Creemos en la Deidad de nuestro Señor Jesucristo como segunda persona de la Trinidad, su nacimiento de una virgen, su vida sin pecado, sus milagros, sus sufrimientos vicarios, su muerte expiatoria por su sangre derramada, su resurrección corporal, su ascensión a la diestra del Padre y su regreso corporal en poder y gloria.
ESPÍRITU SANTO
Creemos que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad que convence al mundo de pecado, de rectitud y de justicia. Es el agente sobrenatural de Dios en la regeneración de los perdidos. Mora dentro de todos los creyentes, sellándolos dentro del Cuerpo de Cristo hasta el día de la redención. Es el maestro divino que guía a los creyentes a toda la verdad e imparte como El quiere los dones el Espíritu Santo, como se encuentra en la primera epístola a los Corintios, capítulo 12.
2. LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Creemos que tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento son inspirados por Dios, infalibles en sus escritos originales y son la autoridad suprema y final de la fe.
3. EL HOMBRE
Creemos que el hombre fue creado originalmente a la imagen y semejanza de Dios, pero que toda la raza humana se separó de Dios por el pecado. Por tanto, creemos que ningún hombre puede reconciliarse a sí mismo con Dios y ganar la entrada a su Reino. Sólo hasta que haya nacido de nuevo por el Espíritu Santo habrá reconciliación con Dios para vida eterna.
Creemos que Satanás es el autor del pecado. Creemos que Cristo lo juzgó, lo derrotó en la cruz y que será castigado eternamente.
Creemos que la salvación es un don de Dios recibido solamente por la gracia, y no por las obras del hombre, que se obtiene por medio del arrepentimiento y de la fe personal en el Señor Jesucristo. Creemos que esta fe se manifiesta en conducta y palabras, en obediencia a los preceptos de Dios.
Creemos que el cielo es la esperanza y el hogar eterno de todos los que han creído en Jesucristo y han sido salvos en Él (Apocalipsis 21:1-7)
Creemos que el Cuerpo de Cristo está compuesto por todos los creyentes que han nacido de nuevo por el Espíritu de Dios en todo el mundo, sin excepción de razas o denominaciones. Creemos que la iglesia local incluye a los creyentes nacidos de nuevo que se reúnen para adorar al Señor y para recibir instrucción para el servicio cristiano.
En consecuencia, trabajamos con todas las denominaciones de la Iglesia de Cristo inspirada por el amor entre hermanos en Jesucristo y la unidad en el Espíritu. En nuestra condición de cristianos rechazamos a los «falsos profetas» cuyas enseñanzas son contrarias a esta declaración doctrinal, negando la divinidad de Jesucristo.
Creemos en la segunda venida física de Jesucristo en su cuerpo glorioso para establecer Su reino en la tierra.
10. ORDENANZAS
BAUTISMO EN AGUA
Creemos que el bautismo en agua debe ser por inmersión en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y que será administrado solamente a los que hayan dado evidencia de haber nacido de nuevo por el Espíritu de Dios.
LA SANTA CENA
La Santa Cena es una conmemoración del sufrimiento y de la muerte de nuestro Señor Jesucristo y debe practicarse “hasta que Él vuelva”.
Debe ser observada por todos los creyentes, los cuales deben examinarse antes de participar. 1 Corintios 11:27-30 dice que los cristianos que viven en pecado pero toman la cena públicamente con la iglesia van a sufrir enfermedades, debilidades y aún morir antes del tiempo perfecto del Señor.
Creemos que el bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia definitiva después de su obra de salvación. Cuando uno «nace del Espíritu» es para salvación y hay una impartición de vida nueva, diferente al «bautismo del Espíritu» que da poder para la nueva vida en Jesucristo, con la manifestación de hablar en lenguas y los dones del Espíritu.
Creemos que Cristo hizo provisión para la sanidad física y la liberación en su obra expiatoria. El orar por los enfermos y oprimidos es una orden que debe ser acatada por la Iglesia del Señor.
Creemos que la Biblia enseña una vida de santidad «sin la cual nadie verá al Señor». La santificación es la voluntad de Dios para cada creyente y se debe buscar con sinceridad, caminando en obediencia al Señor. El fruto que leemos en Gálatas 5:22-23 es la evidencia verdadera de la sumisión constante del cristiano al señorío de Jesucristo.
Creemos que Jesucristo resucitó de entre los muertos por el poder de Dios, y de igual manera todos los hombres resucitarán, unos para la vida eterna. Quienes rehusaron en vida el señorío de Jesucristo, resucitarán para ser condenados en el juicio final y eterno.
Creemos que Jesucristo es la segunda persona de la Trinidad y es hombre, que nunca pecó. En Él habita toda la plenitud de la Divinidad, porque es Dios y no tan sólo un profeta o maestro que enseñó una nueva filosofía o religión.
Creemos que Dios ha establecido un día en el cual ha de juzgar a los hombres con justicia por medio de Jesucristo y que cada uno dará cuenta de sus obras buenas o malas.
Creemos en la institución del matrimonio, tal como declara Génesis 2:24 «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y será una sola carne». Será administrado por un ministro ordenado, según los principios doctrinales, y cumpliendo los preceptos de ley.
Creemos que Jesucristo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar la obra del ministerio (Efesios 4:11).