Jesús está en el día que está delante de ti, hoy.

Detente un momento… Regálate unos segundos para hacer un valioso alto en el camino para ver lo que no se ve que podrá cambiar el rumbo de este día. Especialmente si en este momento estás ansioso este es un toque de Jesús en tu hombro para decirte que está allí contigo y para ti.

Ese toque es para decirte que no debes enfrentar nada solo… ¡Nada!… Estos segundos quizás se conviertan en tu llave predilecta de todos los días; atender su llamado al silencio para activar tus sentidos y poder ver lo invisible, la eternidad del Reino, el regalo precioso del Padre desde el que podrás vivir este y todos los días sin sufrir daño alguno. Así, fija tu mirada en lo que no ves y llénate de Su Presencia para que sea manifiesta en lo que vas a emprender ahora.

Este, como cada día es un regalo precioso del Padre que recibimos con gratitud, honra, y compromiso de devolverle a Papá ese beso, ese amor, ese dar todo lo mejor con ternura, humildad y mansedumbre de corazón, sumergidos en sus profundidades. Allí lo encontraremos…

Romanos 8:31; 2 Corintios 4:18 TPT; Génesis 16:13-14
Libro de referencia: Jesús te llama, Sarah Young.

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