No persigo el viento, decido ser receptivo hablándole con franqueza a Jesús.

Dios quiere hacerte libre de toda ansiedad. El es la provisión, Él es el proveedor por lo tanto es necesario dejarle hacer por nosotros entregándole el control, soltando el control en sus manos; mantenerse en quietud, en reposo, con la mente enfocada en recibir de Su Presencia.

Nos llama a reconocer que Él es Dios, que éste es su mundo, que Él lo creó y es soberano por sobre todas las cosas. Así las cosas no vale la pena perseguir el viento, lo vano, los placeres de la vida, lo que no edifica. Solo debemos ser receptivos a Su dirección, a su voz, a su llamado.

Lo logramos hablándole con franqueza, derramando el contenido del corazón con gratitud en la certeza de que Él hará, aunque inicialmente o en el proceso no lo veamos, ni lo sintamos, ni percibamos pues Él ya lo había planeado desde mucho antes para dar las respuestas necesarias conforme a su Voluntad que es buena, agradable y perfecta.

El agradecimiento y la certeza de que Él hará permite una actitud mental positiva para que seamos conscientes de su Presencia y promesas. Entrega tu ansiedad. Quédate quieto y date cuenta de que Él es Dios. Él es Dios sobre todas las naciones, y es exaltado en toda la tierra.

Salmos 46:10; Colosenses 4:2; 2 Pedro 1:3-4 TPT
Libro de referencia: Jesús te llama, Sarah Young

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