Cada nuevo año, cada nuevo tiempo, cada que iniciamos un nuevo ciclo en nuestras vidas visualizamos y anhelamos los cambios que queremos para no volver atrás con las viejas cosas que hicieron daño.
Jesús nos invita amorosamente a adquirir un nuevo hábito en éste tiempo de comienzos y compromisos, acostumbrarnos a decir: ¡Jesús, en tí confío! ¡Jesús, yo confío en ti! Al pensar en Él, sea cual fuere la circunstancia, estamos soltando el control de nuestras propias fuerzas para que nuestra mente se centre en quien es Jesús, en Su poder y gloria; y sobretodo en lo profundo y lo ancho que es su amor.
Esta práctica tan sencilla es una poderosa herramienta a través de la cual podremos reconocer Su soberanía sobre el universo a través de la luz de Su Presencia universal. De esta manera los miedos desaparecerán con todas sus influencias paralizantes abriendo caminos, puertas y grandes oportunidades en el lugar donde antes solo veías tinieblas.
Esta es la manera de poner toda tu confianza en las mejores cosas que vendrán para ti, así que háblalo, pronúncialo constantemente: “Tengo energía cada vez que entro en tu santuario celestial para buscar más de tu poder y beber más de tu gloria.” ¡Jesús, en tí confío! ¡Jesús, yo confío en ti!
Salmos 63:2 TPT; Isaías 40:10-31 RV60; Salmos 139:7-10 TPT
Libro de referencia: Jesús te llama, Sarah Young
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