Al contrario de la autosuficiencia, nuestra imperfección y anhelos nos llevan a Jesús.

Son diversos los tipos de necesidades que diariamente afrontamos, algunas de ellas con niveles de complejidad que llevan al límite toda capacidad y esfuerzos; en esos límites muchas veces hemos rendido nuestras fuerzas para suplicar ayuda esperando el auxilio de un poder sobrenatural.

Jesús llama a la reflexión acerca del diseño con el que nos creó, precísamente para ser dependientes de Él, de sus riquezas y tesoros; para depender de Él y no solo de nuestras fuerzas, tanto en la provisión diaria como en nuestros anhelos más íntimos. Este llamado incluye una amonestación si estás ocultando o negando esos sentimientos o, si los estás aquietando a través de dioses inferiores: personas, posesiones, poder.

Cada necesidad es un motivo de alegría cuando tenemos la certeza de que si la llevamos a Él, a Su Espíritu Santo, en Su Presencia, absolutamente todo será satisfecho. ¡Dios satisfará plenamente toda necesidad que tengas, porque hemos visto las abundantes riquezas de la gloria reveladas a nosotros por medio de Jesucristo!

Filipenses 4:19; Colosenses 2:2-3 TPT
Libro de referencia: Jesús te llama, Sarah Young

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