Mente y corazón llenos de gratitud, la actitud correcta.

Jesús derramó su amor por nosotros en la cruz, ¡qué fórmula más motivadora!, para llenar hoy el corazón de gratitud, compasión y misericordia con la plenitud de ese amor sin límites. Este es un fundamento de amor puesto en cada uno de nosotros que ninguna circunstancia puede mover. No hay nada en nuestro vivir presente o futuro que pueda debilitar su amor.

LLeva tu vida a otro nivel, a esos pequeños tesoros puestos estratégicamente a lo largo del camino por el propio Jesús para que siembres pequeños tesoros que den vida a ti y con quienes intercambies actividades en éste y cada día. Llénate de sensibilidad en el Espíritu para que los veas y puedas recogerlos uno a uno hasta que hayas recogido un precioso ramillete y ofrécelo a Jesús como un regalo de tu amor y gratitud.

Romanos 8:38-39; Salmos 4:7-8 TPT
Libro de referencia: Jesús te llama, Saraha You

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